Soñé con la poesía de América Latina Una mano invisible grande y pesada la reunía una tarde en el
desierto La poesía tomaba forma de un perro amarillo en medio de la nada a lo lejos muy lejos un
oasis cordilleras el mar El perro solitario bajo las llagas del sol caminaba lento y sus patas se hundían
en la arena pero el animal monstruoso o alucinante no caía no dejaba de avanzar una tormenta de
arena a 100 kilómetros por hora pasaba sobre el perro haciéndolo desaparecer y juro que mi corazón
dejaba de latir Un ave metálica atravesando el cielo sin problema alguno tal vez se reía del animal
perdido y de mi condición de estatua en aquel momento La tormenta avanza hacia el sur y el perro
aparece intacto con los ojos entornados su piel amarilla como el desierto en esa tarde infernal y
avanza Pero a dónde se dirige? Uno no nunca sabe a dónde va la poesía ni siquiera en el mundo de los
sueños Tal vez el perro monstruoso vaya y orine al mar luego comience a entrar en él y no haría nada
más o nadaría hacia el fondo para reunirse con los perros acuáticos del olvido o no Lo cierto es que el
animal avanza me gusta mirarlo y acariciar su pelaje brilloso su hocico sangrante Luego tira una
mordida que se extiende por todo el desierto le da la vuelta cien veces y se muerde a él mismo La poesía
también se trata de morder y de arrancarse con colmillos afilados lo poco de piel que queda y seguir no
importa a donde no se sabe a dónde pero seguir
G.G.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario