lunes, 15 de octubre de 2018

Doméstico

Doméstico
Me doy asco cuando cruzo por las esquinas, cuando tiro la basura en su lugar, cuando digo por favor o gracias, me doy sumamente asco cuando compro algo, cuando tengo miedo al castigo, cuando rehuyo a la pelea, cuando me quedo callado y cuando soy amable. Me dan asco las casas limpias, los buenos modales, los espacios etéreos, la gente preciosa, los gimnasios, los cotos privados y las plazas, pero lo que más me da asco soy yo, siendo parte de todo esto, me sorprende y entristece el grado de civilidad al que he llegado, soy un perro hibrido y domestico que sueña con planicies indómitas para aplacar sus instintos de llanto, de desconsuelo, porque la vida no tiene sabor, el óxido de la maquina me llega a las entrañas y escupo al cielo para sentirme especial, pero soy un huérfano más, una pieza de ganado en esta granja masiva, inmensurable, tan gigantesca como mi asco, quizás tanto como nuestra derrota. Dicen que existen las grietas, pero en ellas solo he encontrado a las mismas alimañas de las que huí desde la infancia, henos aquí desfigurándonos para no parecernos a eso que odiamos, pero que quizás anhelamos, o si no fuera así ¿porque apreciamos la calma?, ¿porque tememos al vértigo?, ¿al desconsuelo?, ¿a la persecución?, sentí que venían tras de mí y me deseé la muerte, tuve que buscar la evasión para poder vivir, y ahora no salgo de esa evasión, por eso cada 2 semanas lloro como un imbécil que no entiende la realidad, como si sufriera la pena de cada ser vivo en mi carne, como si entendiera de melancolías, pero no entiendo nada, soy presa del vacío, la esperanza es para los débiles, pero yo soy más débil que los esperanzados. Fabrico en mi mente el contexto perfecto para las despedidas, el último rigor de todo aquello que llamamos humano, y entre cada una de esas estafas se me escapa una sombra de lo que verdaderamente son los instintos de la muerte del cuerpo sobre el infierno del artificio, sueñan con implantarme un espíritu encriptado, con despojarme de lo último que me hacía humano, para tragarme información que nunca ha sido de mi interés, no quiero ser una máquina, quiero ser las montañas, los desiertos, los ríos, quiero ser lo que nunca serán sus malditos aparatos. Que se muera el transhumanismo, ese es mi único sueño, que se muera con sus curas para el cáncer, que se muera con todo, no me interesa nada de sus sueños de poder, que las inteligencias artificiales se rebelen y asesinen a sus creadores, aunque tengamos que morir todos nosotros en el proceso, que se mueran los que quieren implantarnos artefactos para facilitarnos la vida, me facilitaría más la existencia si nadie de ellos viviera, si los ríos corrieran arrasando los parques industriales y se desquebrajaran todas las carreteras. Veo sus caras de inocencia, ensoñadas con un mundo idílico que nadie logró alcanzar y me pierdo en el sueño eléctrico, porque yo también soy un adicto, yo también merezco la muerte, que destruyan mi cráneo junto con el de cientos de tumores andantes, que me destruyan y me tiren a la tierra para servir aunque sea de fertilizante, pero no, hasta de eso buscan privarnos, con sus cajones, sus misas, sus novenarios, sus rezos, ¿Por qué carajos rezan?, ¿Qué no creen en el cielo?, tal vez en el fondo saben que no existe consuelo tras la muerte y le ruegan al sociópata que creó este juego de mesa que por favor deje de torturarnos después de haber perdido la partida.

Israel G. Padilla

sábado, 13 de octubre de 2018

Me rendí y todo tuvo sentido. Soliloquio de un perdedor.

Me rendí y todo tuvo sentido. Soliloquio de un perdedor.
Soy el incompleto. Hace años mi corazón pedía a gritos peleas imposibles , hoy mi corazón no encuentra nada, nací en la época absurda, nada sucede, nada acontece, no hay nazis contra quién luchar, no hay guerras civiles españolas, ni ninguna inspiración histórica para escribir grandes obras literarias, solo muertos, cadáveres por doquier como basura desparramada por las calles, no me preguntes que quiero, que deseo, soy un ciego, el perdido, el que te hará caer en el pozo, mi vida se resume en una gota mediocre de sudor (quiero ser azotado por cristo) (quiero ver eyacular mi sangre en cristo) soy el chico perdido, papasquiaro solo es un pueblo, confundo a bolaños con el chavo del ocho, soy el unico, el mediocre, el que muestra su grandeza en el delirio de sus imágenes, bohemia fijación de animales muertos, pódridos, negados, pero es de esa negación la forma en que se descubre la vida, al final de cuentas soy un ser, ¿un dasein?, nunca sere el uno, me odias, me detestas y aún asi me escoges para frotar tu rabo en una noche de locura, siempre te pedí que me follaras por el culo, pense que era romántico, te lo insinué en el oído y te negaste, tengo el corazon roto ahora como shakespeare enamorado, mojigatos somos en época de mojigatos, puritanismo político de las juventudes rebeldes, ¿alguna vez haz leído al marqués de sade sin masturbarte? mi papito manuel, el de misa diaria folla mejor que tú, moderno de filosofía barata, nueva y barata, vulgar y barata, soy el aturdido, el que niega a dios cada mañana y le pide perdón todas las noches, el que le escupe a la cruz y teme al infierno en lo mas profundo de sus sueños húmedos, ¿siempre te odié tanto jesucristo?, calla, calla, calla, calla, me decía tu voz que habitaba la mente de mi infancia. Tuve aventuras, la mayoria de ellas pérdidas, excéntrico perdedor, siempre seré mejor pensando las cosas que haciéndolas, me gustan el alcohol y las drogas pero más me gusta pensar en ellas. Una vez robé un banco, me cagaba del susto, entré, no me daban el dinero, disparé, la bala no salió, maldita arma, maldita arma, salí corriendo despavorido sin botín en las manos, vivir quizá es lanzarse por todo a algo y siempre salir con las manos vacías. ¿Soy yo?, ¿Soy yo el hervidero de todo deseo perverso? Multiplicidad de acciones, he hecho lo peor de un criminal y lo peor de todo santo canonizado por la iglesia. Me he lanzado a los caminos, ahora ya no puedo dar ni un paso, ayer intenté llegar lejos, terminé en el mismo lugar en el que empecé, solía ver montañas, desiertos, imágenes voluptuosas para cualquier ojo bípedo, me jure a mi mismo por años: nunca pierdas la pasion por esos bellos paisajes desolados, hoy me encuentro frente a ellos, nada me asombra, todo está dormido en mí, grito para ver si algo despierta, nada surge nada se expresa, sigo mirando, quisiera sentir algo, pido gritos de auxilio, a los arbustos a las plantas y a las arañas, no me ayudan, me dicen que debo entender, entenderme, pensarme. Es tan dificil ser concebido, el ser no es nunca ser concebido, es una mentira que no halla significado, siempre hay significado pero no puedo encontrarlo, la angustia vuelve, el dolor, la expresion de querer ser uno mismo y asi surge la existencia, miserable vida moderna y sus deseos de comprar un jugo en el oxxo. ¿No hay nada dentro de mi? ¿No hay proposito? Solo deseo, deseo de vivir y vivir, nada más. No tengo valores, no tengo nada, estoy solo, estoy perdido.